Servir: Una recompensa.

Hace algunas semanas en la comunidad de La Fé conocimos a un valiente niño, quien sufría indefenso por una infección en piel potencialmente riesgosa, bajo condiciones socio-ambientales frágiles y limitadas."J" y su madre, nos observaban curiosos mientras realizábamos una visita médica a su humilde hogar. Ashley observó su piel lacerada, y ofreció gentilmente una evaluación mas detallada en nuestra clínica móvil ese día.

Todos nos mostramos acongojados por este bello niño, y sabíamos que Dios abría sus puertas para él, brindándole luz y esperanza, al enviarnos a su hogar ese día.

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Hoy, su madre asistió a control evolutivo y cargaba sonriendo a "J", mostrando sus cicatrices, mientras agradecía sincera el bienestar de su hijo.

"Haznos instrumentos"... para servir.

Dios los bendiga.