8 abr 2015

Un libro, el mar y ella

Ya millones de Hondureños se reincorporaron "a regañadientes" a su jornada laboral después de concluida la semana mayor; considerada por una mayoría un pretexto religioso que implica viajes, alcohol, amistades, sexo y desenfreno, y sólo algunos aún lo creen un período de agradecimiento, reflexión y compromiso espiritual.

En lo personal, unos pocos días junto a un paraíso costero resultaron el cómplice idóneo para un matrimonio joven, explotando cada fragmento de esos días, que permitieron me escapase cada mañana hacia un muelle, una hamaca, una brisa marina y la conclusión de un libro: ¿Qué estabas esperando? de Paul David Tripp, quien de manera muy íntima y desgarradora desentraña las realidades del matrimonio al cursar de los años, muestra las erradas expectativas conyugales y nuestra falsa idea que sobrestima el amor carnal al creerlo suficiente, obviando el amor por Cristo Jesús como núcleo regente ante la vida y el amor hacia nuestro prójimo.
Hicimos nuestro cada segundo, cada aventura, cada ola y cada risa; amamos el sol y la lluvia, abrazados reímos y suspiramos cada ocaso, amé su mirada enamorada, amé sus manos y sus sueños mientras la noche la cubría; y jugamos entre arrecifes, peces y caracolas.

A ti padre, por cada momento junto a ella: Gracias.
A ustedes hermanos: Dios los bendiga.

"Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros." Juan 13:34

No hay comentarios:

Publicar un comentario