19 jul 2014

¡La sonrisa: una directriz de vida!

En múltiples ocasiones mi accionar ha sido criticado o he sido convertido en motivos de burla por algunas personas incapaces de entender el mágico acto del servicio, o el calor humano inherente en una sonrisa brindada desde el alma a todo aquel anhelando un pedazo de pan, o desnudo buscando abrigo o cobijo.

Existen quienes simplemente no comprenden el deseo sincero existente en almas caritativas que buscan ayudar a todo aquel que lo requiera, sin ánimos por obtener recompensas u ovaciones. Estos, fruncen su ceño y dudan a gritos la veracidad  del amor por la vida;  llegando incluso a mofarse de quienes valientemente prestan algún servicio.

Alguien hace un tiempo dijo "el ser humano es auto-destructivo por naturaleza", y recuerdo además otra frase : "la maldad es inherente al ser humano"; y esto me hace preguntarme ¿Acaso vale la pena desistir? ¿Debo convertirme en un ser frío, ajeno a todo acto de fé? ¿Debo sacrificar la bondad que Dios impregnó en mi corazón? ¿Debo acaso enterrar la formación de toda una vida y perder finalmente mi alma? buscando complacer estúpidamente y ahogarme ante comentarios ridículos de aquellos quienes no portan una pizca de humanidad; y se pierden constantemente ante vanidades y costumbres vacías.

Vivimos una etapa donde un par de zapatos cuestan miles de dólares, los "artistas" portan alhajas valoradas en millones, devalúan la humanidad y a la mujer y generan estereotipos juveniles huecos, y venden la falsa idea que el alcohol, baile, drogas y sexo desenfrenado es la cúspide de cualquier sueño.
Pertenecemos a una generación donde el marketing convirtió al deporte, las artes y los valores humanos en un negocio, donde al final solo importa el consumo, y pagamos sumas absurdas de dinero sin que tiemble nuestra mano por ver los "dioses del fútbol", "las divas en un escenario" o todo aquello que venda lo que brillantemente nos ha cegado.

¿Sobreviviremos? al joven imprudente, de vocabulario soez , y el alma tatuada de maldad, quien siquiera pestañear dispara a un inocente, sin importarle edad,sexo o circunstancia alguna.
Acaso la maldad cubrirá completamente este mundo?; se acabarán los libros, morirá la música, dudarán todos que el mundo sea mundo y guardarán silencio....



Te pregunto hermano, ¿Dejarás tú de sonreír?
Dios los bendiga.


¡Sonreír no es mostrar los dientes, sino el alma!
M. Gandhi

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