17 ene 2016

Parentalidad: Nuevas tecnologías

Sería absurdo negar el impacto y múltiples utilidades del superlativo avance tecnológico auspiciado por la revolución digital -finales del siglo XX e inicios del XXI- al crear nuevos canales de comunicación e información, accesibles prematuramente a las nuevas generaciones. Las denominadas Nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicación (TICs) son un ícono contemporáneo y fueron convertidas rápidamente en herramientas esenciales de la vida cotidiana, laboral, psico-pedagógica y social [correos electrónicos, mensajería instantánea, telefonía móvil, plataformas en línea de difusión de contenidos y las redes sociales].

"... Mi hija de 7 años usa perfectamente el celular, sube fotos al "face" y descarga todos los juegos que quiera, pero aún confunde los colores y no puede coger un lápiz ..."  John Doe

El Dr. Ignacio de Bofarull de Torrents lejos de apuntar al mal empleo de las TICs y de su repercusión negativa en niños y adolescentes, señala en uno de sus ensayos -matrimonio y familia- la avanzada brecha existente entre padres e hijos, denominada por algunos estudios la ciberfractura generacional [abismo creado por la falta de orientación, manejo inadecuado de las TICs y habilidades educacionales escasas que separan drásticamente a una generación de la otra, enclaustrándolos en un dilema meramente comunicativo: ambas partes desconocen el idioma del otro.  ¿Acaso es rebatible? ¿Es posible que padres e hijos superen esta brecha?.

No se trata de demonizar las nuevas tecnologías, mas bien de atender su compleja interactividad que sumen radicalmente a nuestros niños y adolescentes en una realidad virtual, creándoles conductas adictivas y dependientes. Las TICs son neutrales. Todo dependerá de su uso, tiempo, capacidad crítica y espíritu reflexivo. Tú decides si serán un instrumento de crecimiento o de conflicto.

El uso excesivo de dispositivos con pantallas, pueden producir entre otros, déficit de atención, problemas de sueño, hiperactividad, agresividad, menor rendimiento académico y dificultades en el desarrollo del lenguaje y adquisición de vocabulario. 

Abre los ojos. Un mundo nuevo corre bajo tus pies. Asimila los cambios y comunícate con tus hijos. Indaga e infórmate. Crea pautas, evita el agobiante consumismo y promueve dinámicamente en ellos otras aficiones e intereses que puedan compartir. Recuerda que el ocio no es paternal.

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