Las Vegas, Nevada
Se le conocen varias denominaciones a este "paraíso terrenal de luces de neón": "La capital mundial del entretenimiento", "La ciudad del juego", "La ciudad del pecado", y es esta misma ciudad cuya consigna central es "lo que sucede en Las Vegas, se queda en las Vegas". Considerada mundialmente como uno de los principales destinos turísticos; cuyo glamour y opulencia vuelven los hoteles alegóricos y centros de entretenimiento en una continua vorágine que fusiona el día y la noche. Cada año más de 120 000 bodas son celebradas en esta resplandeciente ciudad, sin mermar el tradicionalismo o el excentricismo de sus variantes.
El juego: Se tiene constancia histórica de juegos y apuestas desde el año 2300 AC en la lejana China, popularizado inicialmente en Nueva Orleans y Chicago, EE UU, hasta su prohibición en todo el territorio en 1910, para finalmente ser despenalizado en 1931 en Nevada; en el año 1941 comenzaron las primeras construcciones de grandes hoteles/casinos (algunos inversores fueron asociados a sindicatos del crimen organizado en la costa este de EE UU); la ciudad de Las Vegas recibe un promedio anual de 40 millones de personas, y la prostitución es aún ilegal en la ciudad, pero fuera de su entorno (condados vecinos con poblaciones menores) este viejo oficio es totalmente legal, sumando la disponibilidad de alcohol y apuestas legales la convierten invariablemente en "la ciudad del pecado". (fragmentos tomados de David Fimia)
Los casinos están diseñados para hacer dinero, no para perderlo; toda esta estructura afianzada en arte y en ciencia: su diseño de interiores (techos habitualmente bajos uso de curvas vrs líneas que animan la exploración del apostador), colorido (fundamentalmente rojo y dorado, asociados a la suerte y la riqueza, respectivamente), iluminación, sonido fluctuante y espacio (generalmente sin ventanas, ni relojes, se atraviesa el casino saturado de maquinas destellantes y sonoras que atraen y generan curiosidad) y cualquier otro detalle posible han sido exhaustivamente elaborados, donde la psicología, sociología, matemáticas y numerosas estrategias de mercadeo interactuan constantemente en una sola ecuación: hacer más dinero, sin que el visitante promedio perciba si quiera esa enorme red que lentamente lo envuelve y asfixia, haciéndole creer continuamente que está a punto de ganar. (fragmentos tomados de R. Kiener).
No pretendo juzgar, ni cuestionar los motivos de aquellos que se esclavizan voluntariamente a esta ciudad y su estilo de vida, solamente muestro mi punto de vista. A nadie le es ajeno que soy totalmente apático al exceso de luces neón, al tráfico vehícular, a edificios gigantescos y la agobiante vida citadina; defiendo firmemente el olor a lluvia, a tierra húmeda y a bosque, seré eterno amante al campo, a juego de niños, a familia, a amistad sincera y a pureza en la sonrisa y en el abrazo.
Ha sido una increíble y nutrida experiencia esta travesía de 12 largos días en 4 estados del oeste de EE UU: Arizona, California, Utah y Nevada.
A mis anfitriones: GRACIAS.
Dios los bendiga.
Los casinos están diseñados para hacer dinero, no para perderlo; toda esta estructura afianzada en arte y en ciencia: su diseño de interiores (techos habitualmente bajos uso de curvas vrs líneas que animan la exploración del apostador), colorido (fundamentalmente rojo y dorado, asociados a la suerte y la riqueza, respectivamente), iluminación, sonido fluctuante y espacio (generalmente sin ventanas, ni relojes, se atraviesa el casino saturado de maquinas destellantes y sonoras que atraen y generan curiosidad) y cualquier otro detalle posible han sido exhaustivamente elaborados, donde la psicología, sociología, matemáticas y numerosas estrategias de mercadeo interactuan constantemente en una sola ecuación: hacer más dinero, sin que el visitante promedio perciba si quiera esa enorme red que lentamente lo envuelve y asfixia, haciéndole creer continuamente que está a punto de ganar. (fragmentos tomados de R. Kiener).
No pretendo juzgar, ni cuestionar los motivos de aquellos que se esclavizan voluntariamente a esta ciudad y su estilo de vida, solamente muestro mi punto de vista. A nadie le es ajeno que soy totalmente apático al exceso de luces neón, al tráfico vehícular, a edificios gigantescos y la agobiante vida citadina; defiendo firmemente el olor a lluvia, a tierra húmeda y a bosque, seré eterno amante al campo, a juego de niños, a familia, a amistad sincera y a pureza en la sonrisa y en el abrazo.
Tuve además la oportunidad de visitar brevemente en la frontera de Arizona-Utah la impresionante presa Hoover construída entre 1931-1936 en el curso del río Colorado, una megaconstrucción considerada una de las maravillas modernas en la ingeniería mundial, cuenta con 3,3 millones de metros cúbicos de hormigón, y una potencia oscilante a los 2074 megavatios.
Ha sido una increíble y nutrida experiencia esta travesía de 12 largos días en 4 estados del oeste de EE UU: Arizona, California, Utah y Nevada.
A mis anfitriones: GRACIAS.
Dios los bendiga.
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