Bajo este precepto se ideó que los Centros Educativos festejasen este día que incluía piñatas, juegos, música y dulces; y aquellos que fuesen afortunados gozarían en sus hogares de más regalos. Con los años esta actividad fue cambiando, las novedosas estrategias en mercadeo lograron que esta fecha se comercializara cada vez más, convirtiendo al " regalo" en lo único relevante dicho día; hoy en día es casi obligatorio el uso de pompa en dichas celebraciones, cada vez más exigentes con padres, maestros, y sociedad persimisiva.
Lejos de ser un día que anuncie nuestro compromiso por valorar la niñez, y velar por que se respeten y hacer cumplir sus derechos. Nuestra sociedad se ve sometida a compras desmesuradas y apresuradas, sin importar deudas adquiridas (todo por satisfacer nuestro ego al "cumplir con los estándares sociales").
Olvidamos fácilmente cuantos niños viven en las calles y no tendrán hoy un regalo, ni reirán enfocados al vaivén de una piñata, mientras viajamos alocadamente al centro comercial, no centramos la mirada en el pequeño que limpia un parabrisas, ni en la pequeña cuyo rostro triste y hambriento observa a través del cristal en Restaurantes "chatarra". No reparamos en cuantos niños trabajan arduamente y son continuamente explotados. Lo único que pensamos es en las compras y en celebrar, nadie reflexiona, nadie suspira, pocos agradecen el pan sobre su mesa, mientras acarician la cabeza de sus hijos sonrientes.
Nuestra cultura demandante exige colmar con regalos embrutecedores (tabletas electrónicas, smartphones, consolas de videojuegos,etc) a niños y adolescentes cuyos resultados académicos distan de ser aceptables, cada vez más influenciados y dependientes en tecnologías mal empleadas, resultando continuamente en que son los padres quienes cumplen las tareas a sus hijos (al imprimir sus trabajos, editándolos, diseñando gráficos, mapas, guías, traducciones, etc) porque el sistema educativo solicita que es " lo in" y se deja de valorar el esfuerzo de aquel que logra estudiar bajo una beca escolar que dibuja sus propios mapas, lee y busca en bibliotecas, y que hace suyo el conocimiento.
Nuestra sociedad agoniza, y cada día se deshumaniza más.
¿Algunos datos estadísticos? Honduras cuenta con 3.7 millones menores a 18 años, alrededor de un 60% de ellos viven en condiciones vulnerables, de abandono y desamparo, sometidos bajo explotación laboral, narcomenudeo, violencia infantil, prostitución,etc. El gobierno invierte anualmente 13 mil millones de lempiras en velar por la niñez (¿suficiente o mal empleado?).
Según el Instituto Nacional de Estadísticas en Honduras alrededor de 370 mil niños entre 5-17 años trabajan, ello representa un 14% de la población Hondureña en ese rango etáreo.
Algunos dirán: "no eres padre aún, no sabes como es".
Quizás responda: "soy humano, aún siento y pienso".
A ustedes les exhorto a ser cada día mejor: mejores padres, mejores hijos, mejores maestros.
Dios los bendiga.