Cuando tratamos a un paciente, lo tratamos como un ser, enfermo orgánicamente o espiritualmente, pretendemos con nuestros consejos y medicamentos que mejoren sus problemas, explicamos la enfermedad en sí, sus riesgos, como evitarla, las conductas beneficiosas para la salud y la vida. Y nos sentimos orgullosos cuando alguien se acerca y nos dice: mejoré gracias a Dios.
Hoy en consulta médica: revaluamos paciente obeso de 70 años, con Hipertensión arterial, Hipercolesterolemia, Artrosis, Insuficiencia Respiratoria crónica y otras afecciones, se atiende desde hace meses con nosotros, a pesar que mensualmente acude a consultas, sus problemas son los mismos, nada ha cambiado: mantiene cifras tensionales altas, ha subido 15 libras de peso en los últimos 4 meses, se mantiene sedentario y evidentemente no ha modificado su dieta!!!.
Me encanta mi profesión, y sé bien que mi propósito es servir : nuevamente le dí una charla sobre HTA, Obesidad, alimentación, ejercicio,etc
extrañamente, en vez de aceptar que está equivocado y comprometerse a poner de su parte, cuestiona la calidad de las medicinas, y que probablemente no sean la mejor opción para él,se justifica que él pone de su parte,pero le cuesta abandonar los alimentos que le generan daño y que no puede hacer ejercicio, ni siquiera caminar. (sin palabras por un momento...), me pregunté que más podría hacer en ese momento, para hacerlo entrar en razón y que se percatara que se está matando lentamente.
Mi respuesta : ORAR POR ÉL !!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
Conozco mis limitaciones, no soy preparador físico, no puedo cocinarle en su casa, ni obligarlo a hacer lo que no quiere, solo soy un médico que pretende dar el consejo que él necesita, aunque en este caso, para mi es un fracaso personal, ya que siempre creeré que pude hacer algo más. Espero entre en razón, y no sea tarde. Así que les pido oren por él.
¿Qué hubieses hecho tú?
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