13 de Agosto 2014
La Ceiba, Atlántida, Honduras.
Sin pretensiones en tomar más tiempo del necesario, no quiero felicitarlo por un cumpleaños más, ni ovacionarlo por la oportunidad invaluable que me brindó un día; solo señalar que usted y su pueblo pulieron el alma, el corazón y el deseo por servir en muchos jóvenes del mundo, quienes no supimos medir la magnanimidad en su propósito: forjar médicos del alma para este mundo quebradizo, hambriento y desnudo.
Hoy, le reitero mi compromiso por ayudar y hacer medicina desde el corazón.
"Juntos un mundo mejor es posible".
Dr. Roger Guillén
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