Es increible cuanto aprendemos en una charla. Ser testigo y poder escuchar experiencias vividas de estas dos madres,que a su vez son esposas, cristianas entregadas por su amor a Cristo, enfermeras de profesión , con una calidad humana innegable, que simplemente buscan servir a quien lo requiere, y lo hacen en un país lejano, en lugares remotos, y obsequian su amor al pobre y necesitado.
Ellas, quienes comparten tantas cosas, además de su cristiandad, comparten la necesidad de cumplir el mandato divino de servir y extender la palabra de Dios. Estas amigas, que amablemente compartieron conmigo una muestra de sus vidas, y fueron capaces de mostrarme que el camino tomado es el correcto: Servir.
Nacimos, crecimos y ........ ; pero antes del inevitable deceso, cada quien debería realizar su trabajo, y hacer valer la razón por la que se nos dió el primer soplo de vida.
Gracias Erin y Mindy!!. Gracias por iluminar el camino!!
Gracias por llenarme de energía y empuje.
El camino aún es largo, pero cada día somos más y la carga se hace mas ligera.
Dios los bendiga.
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