Inicial e ingenuamente interpretado como "otra" infección sobreañadida en piel en un lactante cuyo medio personal, familiar y culturo-ambiental no favorecen una rápida mejoría. En un país pobre, donde la atención médica se ve restada desde todas sus aristas, es lógico suponer al gobierno, la pobreza o inclusive la falta de educación familiar como los principales responsables de este cuadro que aquejó a esta hermosa criatura, quien lloraba constantemente por dolor y prurito.
Presenciar una "madre" que a pesar de haber notado el empeoramiento del cuadro infeccioso (potencialmente mortal), hizo caso omiso al bienestar de su vástago. Y durante una breve entrevista, aceptaba ilusa su "lentitud al reaccionar", sin siquiera cuestionar la gravedad del asunto y mermaba repetidamente con sarcasmo cualquier complicación posible (incluyendo problemas legales por maltrato infantil justificado o no, o mera desatención materna) : episodio indiscutiblemente candidato para el cierre del telón en cualquier escenario de vida.
Mi respuesta humana e imperfecta pueden imaginarla..., mi razonamiento como Pediatra aunque relativamente parcializado en aras de proteger bajo cualquier contexto la vida de un niño, también es predecible.
Pero, saber en ese preciso momento que el mayor problema no era el cuadro infeccioso en sí, o sus posibles complicaciones, ni la madre desatenta o los medios circunstanciales que conllevaron a este desagradable momento.
Como médicos debemos saber reconocer que en ocasiones solo aportamos parte de la solución a los problemas, no somos omniscientes ni capaces de brindar todas las respuestas.
Cada día se aprende a ser mejor hombre, así como aprendemos a ser mejores médicos.
Agradezco todo aquel que pida en oración por este niño y su madre.
A todos gracias.
Dios los bendiga.