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Juramos servir a quien lo necesitara en áreas remotas , sin señalar razas, credos o estratos sociales, juramos hacerlo sin aspiraciones a vanaglorias personales y terminar nuestros días con los bolsillos llenos y el corazón vacío.
Hicimos un compromiso: volver a nuestros países y cambiar lo que debía ser cambiado, en el teatro Karl Marx un 20 de Agosto del 2,005; ese día fuimos llamados nuevamente por el comandante Fidel Castro Ruz: el ejército de batas blancas, y salimos con un mensaje grabado en el pecho " juntos, un mundo mejor es posible".
Hoy, no los felicito; ni pretendo señalar el triunfo de unos pocos, ni el trabajo abnegado que muestran algunos egresados en sus regiones.
Hoy busco solamente reflexionar y ser autocrítico.
¿Soy realmente el médico que Cuba Forjó?.
¿Acaso dejé caer la razón por la que me volví médico del alma?.
Hoy, 8 años ya.
Si estás lejos del sendero, vuelve hermano, muchos te necesitan.
Dr. Roger Guillén M.